Gracias por volver
Todos tenemos una historia que contar…y las leemos en
Noveladictas
Te Amaré Por Siempre 2:
A Un Paso de la Felicidad.
A Un Paso de la Felicidad.
Capitulo 17: vas a dormir conmigo
Lo que quedó de ese día, luego
de almorzar, Lali y Peter estuvieron firmando los cheques y poniéndose al día
con las cuentas, Peter al principio la ayudó, y le explicaba alguna que otra
cosa la cual ella captaba rápidamente pero luego se fue quedando dormido poco a
poco, Lali lo dejó tranquilo, más sin embargo en la noche lo despertó para que
cenara.
-Pitt.
-mmm-
-despierta bebé- susurró en su
oído.
-tengo sueño- dijo entre
dientes.
-es solo para que comas un
poco- dejó un beso en su mejilla y él sonrió.
-¿un poco de ti?- ella soltó
una pequeña carcajada y le dio otro beso en su mejilla.
-deja los juegos y despierta
dormilón, es hora de cenar.- habló más fuerte y acercó la cena mientras él se
desperezaba, aún sentía dolor.
-¿ya tu cenaste?
-así es, son las 10pm dormiste
un montón de horas, no sé como harás esta noche.
-tal vez te fastidie hasta que
me dé sueño.- ella soltó una carcajada
-seguramente. Les pagué a los
trabajadores y estaban más tranquilos.
-no los juzgues, ellos dependen
de ese sueldo y no tienen ahorros, bebé.- ella acomodó su cabello
cariñosamente, Peter era un buen hombre, y con esos pequeños detalles se los
demostraba.
-si… solo es que es una
realidad distinta a la mía….- bostezó.
-¿con sueño?
-un poco, llevas días sin
dejarme dormir- bromeó.
-pero no por los motivos que yo
quisiera.- ella soltó una carcajada, Peter siempre le refutaba todo de una
forma graciosa, siempre quería tener la última palabra, pero no le molestaba,
ella era igual de terca.- ¡hey!, no te rías de mi convalecencia.
-mejor termina de comer- soltó
otro bostezo más prolongado.
-¿Por qué no te preparas para
que vengas a dormir?- ella interrumpió el bostezo y levantó una ceja, él la
miró como si lo que acabara de decir fuera lo más natural del mundo. –Porque
vas a dormir conmigo, ¿no?- ella levantó ésta vez sus dos cejas sorprendida, no
había pensado eso hasta ese momento y abrió la boca para hablar pero no pudo
decir nada. –No – se corrigió – vas a dormir conmigo- decretó como un hecho.
- Peter...
-no Lali- dijo más serio
-ok.
- me niego a negociar al
respecto- continuó.
-está bien, Peter-
-no es una orden, es lo más
lógico- seguía diciendo.
-Te estoy diciendo que si-.
-¡y no! me niego a que sea de otro
modo- Peter parecía no escucharla. -es inconcebible que…
-¡Peter! – Él calló y la miró-
está bien, me voy a cambiar y vengo – se levantó de la cama no sin antes dejar
un beso en su frente y se fue a cambiar.
Él estaba sorprendido,
realmente sorprendido. No discusiones, no peleas, no nada. Solo dijo si. Así de
sencillo. Terminó de comer rápidamente y colocó todo a un lado, la herida le
dolía solo con movimientos bruscos, o cuando hacía esfuerzos el brazo derecho,
del resto era una simple molestia y malestar general, al menos tanto reposo
tenía su lado positivo. Ahora, solo esperaba por Lali.
Pasó alrededor de una hora y
Lali no regresaba, con cada minuto él se impacientaba un poco más, y su mente
se llenaba de teorías nada agradables con respecto a los motivos... “¡Claro!
por eso acepto tan fácilmente, para huir… y yo como idiota le creí!” pensaba,
miraba el reloj con cada segundo que pasaba, su desespero aumentaba hasta que
enojado se levantó de la cama.
-Esta vez me vas a escuchar
Mariana- dijo para si mismo molesto- podré estar débil pero no soy ningún
estúpido- camino hacia la habitación de al lado mediante la comunicación
interna - de mi no te vas a burlar- abrió la puerta del cuarto- se puede saber
porque…- se calló al verla dormida en la cama, sobre la cama mejor dicho.
La ventana estaba cerrada y en
ese cuarto hacía mucho calor porque él aire se dañó, solo servía el ventilador
y estaba apagado. Lali estaba acostada en ropa interior, dormida. Era como si
se hubiese sentado en la cama, echado para atrás y simplemente de allí no se
pudo parar. Su ropa se encontraba a un lado en una silla, Peter tenía dos
opciones: o la despertaba, discutían, y la obligaba a dormir juntos. O se
acostaba a su lado y dormían juntos.
Optó por la segunda opción.
Prendió el ventilador, abrió
las ventanas, solo con eso el cuarto se hizo mucho más fresco, acomodó un poco
las sábanas y sentado sobre la cama, justo cuando iba a pensar como ayudarla a
acostarse derecha sin despertarla, y sin lastimarse, sonó la alarma del teléfono
de ella.
-¡Peter!- se despertó de
repente, sentándose de un solo golpe para buscar su teléfono entre su ropa, a
contraluz se veía un poco desorientada – ¡Dios! me va a matar...- apagó la
alarma- y para más le toca una pastilla –
-Ya me la tomé.
-¡Ahhhh!- gritó del susto.
-Lali...
-¡¡¡oh por Dios Peter, me has
dado un susto de muerte!!!- se colocó la mano en el pecho para calmarse
respirando profundo - ¿qué haces aquí? ¿estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Tienes
fiebre? – le colocó la mano en la frente a la vez que intentaba revisar su
cuerpo en la oscuridad.
-sí, estoy bien.
-¡PETER! ¿Cómo llegaste hasta
aquí?
-caminando- respondió con
obviedad.
-tu estas convaleciente, se
supone que te tienes que quedar en cama... En TU cama- lo acuso picándole el
pecho con un dedo enojándose de a poco.
-auch- se quejó de dolor
tocando el lugar donde ella le dio con el dedo.
-ay disculpa, - lo abrazó con
mucho cuidado -¡es que me enoja tanto que no me hagas caso cuando te digo algo
Peter, y más si es por tu salud! Te tienes que recuperar bebé, ME preocupas,
¿qué es lo que no entiendes de todo lo que te digo?- él solo estaba callado
mirándola, entre divertido y serio.
-Lali, no me regañes, ¿si?
-no te estoy regañando Peter,
solo te expreso lo que pienso de una forma seria y autoritaria porque eres un
inconsciente, siempre es lo mismo, es como un circulo vicioso en el que se cae
una y otra y otra vez, intentas llevarme la contraria a propósito y eso es…
Peter la haló acercándola para callarla de un beso,
ella intentó alejarse pero cuando él gruño entre inconforme y adolorido solo
cedió a su deseo y le besó, lenta y cariñosamente. Con un poco de esfuerzo la
recostó en la cama colocándose sobre ella, no pudo durar así un solo segundo y
se tuvo que tumbar a un lado, frustrado y dolorido se dio cuenta que aun no
estaba en condiciones de hacerle el amor y que tal vez estuviese así un par de
días más.
Continuará…
Volví, créanlo… corran la voz =)
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TBT. Días domingos, martes y jueves.
NUEVO capítulo Sábados.
Los comentarios para un escritor, son los aplausos de los artistas.
G. M. Rojas Gracias por volver
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Te Amaré Por Siempre 2:
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Capitulo 17: vas a dormir conmigo
Lo que quedó de ese día, luego
de almorzar, Lali y Peter estuvieron firmando los cheques y poniéndose al día
con las cuentas, Peter al principio la ayudó, y le explicaba alguna que otra
cosa la cual ella captaba rápidamente pero luego se fue quedando dormido poco a
poco, Lali lo dejó tranquilo, más sin embargo en la noche lo despertó para que
cenara.
-Pitt.
-mmm-
-despierta bebé- susurró en su
oído.
-tengo sueño- dijo entre
dientes.
-es solo para que comas un
poco- dejó un beso en su mejilla y él sonrió.
-¿un poco de ti?- ella soltó
una pequeña carcajada y le dio otro beso en su mejilla.
-deja los juegos y despierta
dormilón, es hora de cenar.- habló más fuerte y acercó la cena mientras él se
desperezaba, aún sentía dolor.
-¿ya tu cenaste?
-así es, son las 10pm dormiste
un montón de horas, no sé como harás esta noche.
-tal vez te fastidie hasta que
me dé sueño.- ella soltó una carcajada
-seguramente. Les pagué a los
trabajadores y estaban más tranquilos.
-no los juzgues, ellos dependen
de ese sueldo y no tienen ahorros, bebé.- ella acomodó su cabello
cariñosamente, Peter era un buen hombre, y con esos pequeños detalles se los
demostraba.
-si… solo es que es una
realidad distinta a la mía….- bostezó.
-¿con sueño?
-un poco, llevas días sin
dejarme dormir- bromeó.
-pero no por los motivos que yo
quisiera.- ella soltó una carcajada, Peter siempre le refutaba todo de una
forma graciosa, siempre quería tener la última palabra, pero no le molestaba,
ella era igual de terca.- ¡hey!, no te rías de mi convalecencia.
-mejor termina de comer- soltó
otro bostezo más prolongado.
-¿Por qué no te preparas para
que vengas a dormir?- ella interrumpió el bostezo y levantó una ceja, él la
miró como si lo que acabara de decir fuera lo más natural del mundo. –Porque
vas a dormir conmigo, ¿no?- ella levantó ésta vez sus dos cejas sorprendida, no
había pensado eso hasta ese momento y abrió la boca para hablar pero no pudo
decir nada. –No – se corrigió – vas a dormir conmigo- decretó como un hecho.
- Peter...
-no Lali- dijo más serio
-ok.
- me niego a negociar al
respecto- continuó.
-está bien, Peter-
-no es una orden, es lo más
lógico- seguía diciendo.
-Te estoy diciendo que si-.
-¡y no! me niego a que sea de otro
modo- Peter parecía no escucharla. -es inconcebible que…
-¡Peter! – Él calló y la miró-
está bien, me voy a cambiar y vengo – se levantó de la cama no sin antes dejar
un beso en su frente y se fue a cambiar.
Él estaba sorprendido,
realmente sorprendido. No discusiones, no peleas, no nada. Solo dijo si. Así de
sencillo. Terminó de comer rápidamente y colocó todo a un lado, la herida le
dolía solo con movimientos bruscos, o cuando hacía esfuerzos el brazo derecho,
del resto era una simple molestia y malestar general, al menos tanto reposo
tenía su lado positivo. Ahora, solo esperaba por Lali.
Pasó alrededor de una hora y
Lali no regresaba, con cada minuto él se impacientaba un poco más, y su mente
se llenaba de teorías nada agradables con respecto a los motivos... “¡Claro!
por eso acepto tan fácilmente, para huir… y yo como idiota le creí!” pensaba,
miraba el reloj con cada segundo que pasaba, su desespero aumentaba hasta que
enojado se levantó de la cama.
-Esta vez me vas a escuchar
Mariana- dijo para si mismo molesto- podré estar débil pero no soy ningún
estúpido- camino hacia la habitación de al lado mediante la comunicación
interna - de mi no te vas a burlar- abrió la puerta del cuarto- se puede saber
porque…- se calló al verla dormida en la cama, sobre la cama mejor dicho.
La ventana estaba cerrada y en
ese cuarto hacía mucho calor porque él aire se dañó, solo servía el ventilador
y estaba apagado. Lali estaba acostada en ropa interior, dormida. Era como si
se hubiese sentado en la cama, echado para atrás y simplemente de allí no se
pudo parar. Su ropa se encontraba a un lado en una silla, Peter tenía dos
opciones: o la despertaba, discutían, y la obligaba a dormir juntos. O se
acostaba a su lado y dormían juntos.
Optó por la segunda opción.
Prendió el ventilador, abrió
las ventanas, solo con eso el cuarto se hizo mucho más fresco, acomodó un poco
las sábanas y sentado sobre la cama, justo cuando iba a pensar como ayudarla a
acostarse derecha sin despertarla, y sin lastimarse, sonó la alarma del teléfono
de ella.
-¡Peter!- se despertó de
repente, sentándose de un solo golpe para buscar su teléfono entre su ropa, a
contraluz se veía un poco desorientada – ¡Dios! me va a matar...- apagó la
alarma- y para más le toca una pastilla –
-Ya me la tomé.
-¡Ahhhh!- gritó del susto.
-Lali...
-¡¡¡oh por Dios Peter, me has
dado un susto de muerte!!!- se colocó la mano en el pecho para calmarse
respirando profundo - ¿qué haces aquí? ¿estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Tienes
fiebre? – le colocó la mano en la frente a la vez que intentaba revisar su
cuerpo en la oscuridad.
-sí, estoy bien.
-¡PETER! ¿Cómo llegaste hasta
aquí?
-caminando- respondió con
obviedad.
-tu estas convaleciente, se
supone que te tienes que quedar en cama... En TU cama- lo acuso picándole el
pecho con un dedo enojándose de a poco.
-auch- se quejó de dolor
tocando el lugar donde ella le dio con el dedo.
-ay disculpa, - lo abrazó con
mucho cuidado -¡es que me enoja tanto que no me hagas caso cuando te digo algo
Peter, y más si es por tu salud! Te tienes que recuperar bebé, ME preocupas,
¿qué es lo que no entiendes de todo lo que te digo?- él solo estaba callado
mirándola, entre divertido y serio.
-Lali, no me regañes, ¿si?
-no te estoy regañando Peter,
solo te expreso lo que pienso de una forma seria y autoritaria porque eres un
inconsciente, siempre es lo mismo, es como un circulo vicioso en el que se cae
una y otra y otra vez, intentas llevarme la contraria a propósito y eso es…
Peter la haló acercándola para callarla de un beso,
ella intentó alejarse pero cuando él gruño entre inconforme y adolorido solo
cedió a su deseo y le besó, lenta y cariñosamente. Con un poco de esfuerzo la
recostó en la cama colocándose sobre ella, no pudo durar así un solo segundo y
se tuvo que tumbar a un lado, frustrado y dolorido se dio cuenta que aun no
estaba en condiciones de hacerle el amor y que tal vez estuviese así un par de
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G. M. Rojas
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