TAPS 2: Capitulo 12

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Te Amaré Por Siempre 2:
A Un Paso de la Felicidad.

Capitulo 12: no quiero estar solo

-per… perdón- tartamudeó y se quedó callada un momento- ¿por…por que hiciste eso?-

-¿está mal?-

-ella no tiene a donde ir, ¿no fue lo que me dijiste?-

-sí, es así. Pero tuvimos una discusión y bueno…-

-no me parece Peter, si ella no tiene a dónde ir ¿cómo la vas a echar?-

-¿quieres que le diga que se puede quedar?-

-no- respondió rápidamente- si…-se corrigió y pensó mejor su respuesta- no sé, no estoy segura. Tu sabes la relación que tenemos nosotras Peter, cualquier opinión que dé estará parcializada- tapaba de nuevo la herida con gasa y adhesivo como la encontró al inicio.-igual ella no tiene casa así que no creo que haya estado muy bien-

-¿cómo esta marchando la hacienda?- preguntó para indagar mejor sobre el tema de lo que le dijo Belén.

-Bien, supongo- respondió dubitativa, era obvio que ella tenía que encargarse de los problemas, pero se sentía abrumada por la situación.

-¿supones?-

-si, porque de verdad no he estado pendiente- confesó con falso desinterés.

-¿por…?-

-porque no quise, ahora dejemos hablar de cosas que te preocupen y te ayudo a sentarte.-

         Cortó el tema allí. No quería admitir delante de Peter que como esposa era una inútil que no sabía como manejar una hacienda, sólo rogaba a Dios que no se presentara ningún problema hasta que se recuperara y si tenía alguna perdida ella se la repondría cuando recuperara su dinero, que aún no había cobrado.

         Peter dejó el tema por la paz, no le enojaba que no hubiese tomado su lugar en la hacienda pero aun así no podía evitar sentirse inconforme, de todos modos por eso no iba a discutir con ella cuando en este momento habían cosas más importantes de las que preocuparse como por ejemplo su recuperación, todo el problema estaría solucionado si le decía a Belén que se quedara y se hiciera cargo del manejo hasta que él estuviese bien, después le pagaría su servicio.

-no soy un inútil Lali- se quejó mientras se sentaba.

-hey, gruñón, solo te quiero ayudar… - colocó una almohada en su espalda.

-¿cuándo me puedo parar sólo? Creo que ya es tiempo de que lo haga, me siento bien-

-esperemos un tiempo más, un día o dos hasta que el médico diga-

-él no sabe nada-

-para no saber nada te salvó la vida-

-tú me salvaste la vida- dijo romántico tomando una de sus manos y dejándole un beso en el dorso. Lali sonrió sonrojada y se sentó a su lado.

-tú me salvaste la vida-aclaró y la pasó una mano acomodando su cabello con una caricia -y ya deja de quejarte Pitt. Todo esto es por tu salud-

-lo sé, pero ahora tu te vas, a saber quien sabe Dios qué y yo me quedo aquí solo y aburrido-

-si quieres te contrato un circo- ironizó tranquila.

-¡ves: No me entiendes!- gruñó y le quitó la mano cruzándose de brazos. Ella se acercó un poco mas.

-yo te entiendo amor, pero no puedes hacer estos berrinches de nene de 3 años.- él aún no la miraba- dale Pitt, no te enojes conmigo, te prometo hablar con el doctor a ver que opina, ¿si?-

-preferiría que te quedaras conmigo- la miró de reojo y ella lo miró suspicaz

-¿esto es porque te quieres levantar o porque quieres que me quede?-

-ambas- ella revoleó los ojos y él se rio- que te cuesta quedarte eres una excelente enfermera y yo necesito que me cuiden todo el día, o si no voy a morir de aburrimiento, ¡soy un hombre activo! Entiéndeme-

-¡no hables de muertes!- lo regañó y después suavizó el tono de su voz- no habrá mucha diferencia si me quedo, Igual tienes que estar sentado allí sin hacer nada para que te recuperes-

-yo tengo en mente muchas cosas que podemos hacer sentados y que colaborarían con mi rápida recuperación- apartó su cabello de la cara y colocó su mano en el cuello para acercarla. El corazón de Lali se aceleró: esos ojos verdes, transparentes que decían exactamente lo que querían, esa boca que se aproximaba para su contacto, esas manos que cada vez que la tocaban hacían que revolucionaran sus sentidos, la combinación perfecta para la interrupción perfecta.

-Permiso- se escuchó en la puerta después de un par de golpes- ¿puedo pasar?- una cabeza rubia con un rostro sonriente se asomó, el beso apenas fue un roce de labios y Lali giró la cabeza para ver a la persona que entraba.

-sí, pero si vienes más tarde sería mejor- dijo Peter y Lali se levantó retándolo con la mirada.

-¡ay, que malo! Vengo a saber de ti y ve con que sales-

-Pasa Rochi, es que hoy amaneció de malas al parecer.-

-¡al parecer no, estoy de malas! Y como no estarlo si MI ESPOSA me deja sólo todo el tiempo-

-ay que mentiroso Peter si Lali se la pasa aquí metida todo el día-

-el disparo lo dejó sordo y no escucha cuando le digo eso- ironizó Lali dejando a Rochi que se acercara a Peter.

-O tal vez es Belén la que lo tiene sordo- se hizo un silencio incomodo y Lali y Peter cruzaron unas miradas inexplicables, estaba claro que ese tema por más que se hablara siempre quedaba inconcluso- lo siento, tenía que decirlo… Cambiemos de tema: ¿Cómo te sientes?-

-mejor cada día, le estaba diciendo a Lali que ya podría levantarme de la cama-

-Bueno, los dejo para que hablen, me retiro- anunció Lali.

-¡nooo, ves lo que digo! ¿por qué te vas?- se quejó Peter.

-¡porque tengo cosas que hacer Peter, ya hablamos de esto!-

-¿Qué cosas? Dile a Belu que las haga-

-¡ah, claro! porque ella sabe hacerlas y yo no, ¿verdad?-

-no, porque…-

-olvídalo- anunció y se fue.

-¡Lali! ¡ashhhh! ¡DEMONIOS!- se quejó cuando intentó levantarse de nuevo y el dolor en la espalda no se lo permitió- ¡ves! ¡Todo el tiempo es lo mismo!- dijo enojado.

-Calmate Peter.-

-¡¡no me calmo nada!! Y ya me estoy cansando de esta situación, de esos berrinche de niña tonta, ¡yo soy el que está mal! Y ella sale de aquí interpretando cualquiera y pretende que la persiga y que me disculpe-

-La culpa la tiene Belen-

-¡ya basta de echarle la culpa a Belu por todo! De verdad estoy empezando a pensar que la tienen agarrada con ella.-

-por algo será, ¿no?- él bufó –allá tú, es TU ESPOSA la que salió de aquí, no tu conquista del mes Lanzani. Bienvenido a la vida de casado, se hombre y asume tu responsabilidad- se iba del cuarto pero en cuanto abrió la puerta se encontró con Belén que justo acababa de llegar – ¡vaya! ¡Al parecer te llegó la compañía que deseabas! Después preguntas el por qué y te haces la víctima- sentenció para irse y Peter revoleó los ojos a la vez que Belén entraba.

-¿Qué pasó?, ¿Por qué dijo eso?-

-nada, no ha sido un buen día en la hacienda y eso la tiene estresada-

-eso mismo venía a decirte, que las cosas no están marchando muy bien, el verano nos está pegando muy fuerte en la cosecha- se sentó a los pies de la cama.

-no se supone que tú te estas haciendo cargo-

-¡si pero entiende Pipu: hay cosas que no puedo hacer! No soy la encargada es Lali o tú y ambos están indispuestos…- él se quedó pensando un momento la situación- a menos que firmes un poder que me autorice a tener cierto control sobre la hacienda- Peter la miró suspicaz –es solo una solución, pero si prefieres esperar a perder lo sembrado mientras te recuperas, allá tú- se levantó y se iba.

-Belu- ella giró para prestarle atención-Solo quería decirte que te puedes quedar, has hecho un buen manejo hasta ahora y eso es algo que vale-

-¡¡aaaaa!!Pipu!!! gracias!!! – gritó emocionada y se acercó a él -ya verás que no te vas a arrepentir-

"eso espero" pensó mientras ella lo abrazaba por la emoción.

Continuará…

Volví, créanlo… corran la voz =)

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G. M. Rojas