jueves, 19 de octubre de 2017

TAPS 2: Capitulo 14

Gracias por volver
Todos tenemos una historia que contar…y las leemos en Noveladictas
Te Amaré Por Siempre 2:
A Un Paso de la Felicidad.
Capitulo 14: Yo necesito una enfermera y tú, ayuda

-¡oh por Dios!- fue lo que dijo Peter cuando llegó a la cocina y a través de las ventanas vio como Lali estaba parada encima de unas cajas de madera hablando por un megáfono a los empleados de la hacienda.
-“…así que les repito, NO SE PREOCUPEN, Peter está bien, solamente se está recuperando así que estará ausente unos días, no se van a quedar sin trabajo…-
-¿y por qué no nos han pagado?- preguntó un empleado.
-hoy se les paga- respondió.
-¿Cómo sabemos que es verdad?-
-No les pido que confíen en mi palabra simplemente porque lo digo, confíen porque lo voy a cumplir solo denme hasta la tarde para resolver todos los problemas, lo que si pido es que regresen a sus actividades porque si esta hacienda no sale adelante TODOS NOSOTROS estaríamos en una situación peor-“ ellos protestaron un poco y se escuchó un mejor haremos paro hasta que se recupere el jefe–“lo que tengan que resolver va a tener que ser conmigo, soy la señora de ésta casa y las cosas no se solucionaran ¡haciendo una huelga o matando a Peter del susto si llegan a parar la producción! solo les pido este día y sus demandas serán escuchadas”- sentenció mientras se bajaba de su tarima improvisada.
Todos comenzaron a dispersarse a regañadientes dirigidos por Juan y Rochi; y Peter se ocultó en uno de los lados de la nevera, tardó mucho en alistarse, el dolor de la herida le afectaba pero se sentía mejor de haber salido de ese cuarto en el que se sentía agobiado.
-¡Muy bien Niña Lali! Los convenciste- dijo Feli emocionada.
-¿tu crees? Yo creo que no me creyeron mucho- colocó el megáfono sobre la mesa y se sentó en un banco.
-Claro que si, ahora el segundo paso es pagarles, todo eso debe estar en el despacho así que lo busco y vuelvo en seguida-
-ok, te espero- tomó un lápiz y un papel y escribía mientras decía en voz alta- firmar los cheques, cobrar el dinero de los campesinos y dárselo en efectivo…- pensó un segundo- pero “¿Cómo voy a hacer esto? ¡no se donde hay un banco!”- siguió escribiendo- hacer la lista de la bodega de alimentos “¿aquí hay una bodega?” le preguntaré a Feli, visitar el campo para ver la cosecha “¡a no, pero aquí si no se nada! Me muestran un mango podrido y para mi estará bueno!”- dejó el lápiz sobre la mesa y junto las manos para hacer una plegaria- ¡Dios, por favor, prometo ser una buena esposa si me mandas una ayuda para entender esto!-
-Tres cosas: primero no prometas lo que no vas a cumplir, segundo no sembramos mangos, sembramos hortalizas y tercero: como ayuda ¿te sirvo yo?- Lali abrió los ojos impactada y se levantó de repente.
 -¡Juan Pedro Lanzani: ¿Qué haces levantado?!- preguntó entre enojo y asombro.
-Vine a ayudar- respondió con naturalidad y se sentó en un banco.
-¡tu estas en recuperación!-
-y sigo en recuperación, sólo decidí caminar-
-¿y qué, ahora eres doctor que puedes decidir cuando darte de alta?-
-Ay Laa, no exageres-
-No exagero Juan Pedro: ¡Soy Realista!; a la cama- ordenó señalando la puerta.
-no Laa- se quejó
-¡a la cama dije!- estaba sumamente molesta, para ella Peter estaba atentando en contra de su salud.
-Escucha: tu necesitas ayuda y quién mejor que yo para dártela-
-yo me las puedo arreglar sola- se cruzó de brazos.
-¿cómo? No lo sabes hacer, y no te culpo, lo entiendo- ella entornó los ojos mirándolo iracunda- déjame ayudarte, por favor- pidió pero Lali no cedía – o al menos déjame guiarte-
-no- negó tajante – tu estas mal, anoche te dio fiebre así que te vas a la cama ¡ya!- se acercó y lo tomó de la mano pero él con un esfuerzo infrahumano la haló hacia su cuerpo tomándola de la cintura.
-me encanta cuando te enojas por cualquier cosa y más si es porque te preocupas por mí- susurró seductor disimulando su dolor.
-Suéltame Peter- ella intentó hacer un movimiento pero él advirtió.
-recuerda que estoy convaleciente así que trátame con amor, además ¿no acabas de prometer que ibas a ser una buena esposa? No me hagas daño- hablaba suavemente para inventar doblegarla.
-no me vas a convencer y no te hago daño: te cuido, que es distinto así que al cuarto-
-¿cómo sabes que me dio fiebre?- preguntó mientras se ponía de pie.
-eh… yo… bueno… porque lo sé, camina-
Le resultaba muy incomodo hablar con Peter de “sus cuidados” por alguna razón esto le daba vergüenza, así que prefería tocar lo menos posible el tema. Lo ayudó a subir al cuarto, y mientras se sentaba en la cama él le hacía propuestas indecorosas que sonrojaban sus mejillas.
-¿siempre que te diga algo te vas a sonrojar?- preguntó Peter.
-¿siempre tienes que asociar todo con sexo?-
-yo no he mencionado esa palabra-
-no te portes como un nene y descansa-
-Lali, quédate- pidió tomándole una de sus manos y haciendo un penúltimo intento.
-No puedo bebé, ¿Cómo voy a hacer con la hacienda?- le acarició la mejilla.
-Manda a Belu, ella sabe como solucionar todo- sugirió inocente lo que quería era a su esposa.
-Belén- corrigió – ¡y claro! ¿cómo no se me ocurrió antes?- ironizó – si ella puede con todo ¡hasta contigo puede! En cambio yo, no- soltó su mano y él la tomó de la cintura antes de que se alejara- suéltame- pidió sin hacer esfuerzo ya que podía lastimarlo.
-no quise decir eso Lali, o mejor dicho no pongas palabras en mi boca que no he dicho-
-Déjame ir Peter, tengo un rudo día por delante- suavizó el tono de la voz.
-Tu sabes quien es la única mujer que puede hacer conmigo lo que quiere de hecho se aprovecha de eso todo el tiempo, pero si quieres te lo demuestro de todas las formas posibles: solo tienes que pedirlo- Lali sonrió y se sonrojó.
-Acuéstate mejor que estas manos son peligrosas cuando se lo proponen- bromeó y se quitó las manos de su cuerpo sin ningún esfuerzo.
-Necesito una enfermera- le dijo mientras ella se dirigía a la puerta.
-Llama a todo lo puede “Belén”- habló en tono de broma pero él sabía que solo sus celos hacían expresarse así. Miró el techo un segundo, dos como mucho y no tardó demasiado en tomar la decisión: Lali lo necesitaba y él moría por estar con ella.
Lali iba a firmar los cheques pero prefirió dejarle eso a Peter, se los subiría en un rato y así no se aburriría tanto en la cama, hizo a un lado todo metiéndolo en carpetas para tener orden y luego comenzó a mirar unos balances de ingresos y egresos de los cuales no entendía absolutamente nada.
Decidió dejar eso a un lado y después extendió un plano de la hacienda en la mesa para poder ubicarse en todo lo que abarcaba, lo miraba minuciosamente cuando sintió como de repente una figura humana la acorralaba en la mesa, conocía ese olor perfectamente.
-¡¡Peter!! ¿Qué te dije?- lo regañó y se giró para mirarlo enojada a los ojos.
-shhh… yo necesito una enfermera y tú un guía, nos necesitamos mutuamente. Entonces: ¿Por qué seguimos separados?-

Continuará…
Volví, créanlo… corran la voz =)

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NUEVO capítulo Sábados.

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G. M. Rojas

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